EL CONVENTO DE SAN DIEGO
El Convento de Nuestro Padre San Diego de religiosos descalzos de Nuestro Padre san Francisco
(sí, así de largo) Fue levantado frente a la alameda, al poniente de
ésta, patrocinado por don Mateo Mauleón a principios del siglo XVII.
Como era una propiedad particular, se heredó el patronazgo y del mismo
modo el convento con lo que cada año se hacía una muy peculiar ceremonia
en la que los herederos recibían las llaves del convento y ellos a su
vez hacían la entrega simbóloca de éstas a los religiosos.
La iglesia
fue reedificada en 1778 cuando se hizo la capilla de los Dolores, a
mediados del siglo XIX, antes de la Reforma, fue renovado nuevamente
adoptando el estilo neoclásico. El patronazgo llegó a ser de los condes
del Valle de Orizaba y el último de ellos lo escrituró a su primo Andrés
Davis (hijo de un inglés y la última Mariscala de Castilla) y éste a su
vez, temeroso de ser castigado por el gobierno, lo fraccionó y vendió
en 1867.
Esta es la imagen de una litografía de 1847 que nos muestra, para decirlo en términos actuales, la esquina que forman las calles de Dr.Mora (izquierda) y Av. Hidalgo (derecha), teniendo como fondo la iglesia, el atrio arbolado y el edificio del noviciado del antiguo convento al momento que se preparan unas trincheras frente a él por la guerra de intervención norteamericana. Saludos!
(imagen tomada del libro Ciudad de los Palacios, Crónica de un Patrimonio Perdido de Guillermo Tovar de Teresa)
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